2 de diciembre de 2011

caramelos de violeta!

Me los daba siempre mi abuela y no los había vuelto a comer desde hacía ni sé. Hasta que el otro día volví a verlos en un escaparate. Me he comprado tres cajas: una para el bolso, otra para la mesita del salón y otra para cuando se acaben alguna de esas dos. ¡Saben igual que siempre!

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